lunes, 5 de mayo de 2014

ANTONIO MOLINA


Antonio Molina de Hoces, en el mundo artístico conocido como Antonio Molina, nació en el seno de una familia muy humilde el 9 de marzo de 1928 en Totalán, Málaga (Andalucía). Cantante español de copla y flamenco, también actor en varias películas.




Pronto tuvo que ponerse a trabajar repartiendo leche con un burro, guardando cochinos, y más tarde de ayudante de camarero en Málaga capital. Deseando salir de aquél panorama oscuro que presentaba la Andalucía de aquél entonces, en cuanto terminó la mili se marchó a Madrid, dándose a conocer en un concurso para noveles, que convocaba Radio España. Ganó el primer premio y le surgió su primer contrato para grabar un disco en la casa discográfica La Voz de su Amo, por el que le pagaron la cantidad de algo más de cien pesetas. Entre los temas que componían el disco estaban: El macetero y El agua del avellano, que bien pronto se fueron haciendo populares entre el gran público, que escuchaba las emisiones y programas radiofónicos de discos dedicados, y le abrieron las puertas del éxito que siempre había pretendido en la canción.



Ya el año 1952, montó su propio Espectáculo “Así es mi cante”, en el que llevaba las mejores figuras de la copla y el cante, y con el que abarrotaba teatros y plazas de toros, con su voz prodigiosa y un falsete que prolongaba hasta límites insospechados. Rodó su primera película, El pescador de coplas (1954), con Marujita Díaz, en la que cantaba: Adiós a España, rodada en Sanlúcar de Barrameda. Quién no recuerda la escena de la despedida del gran vapor con rumbo a las Américas, y Antonio cantando: Adiós mi España querida/ la tierra donde nací/ bonita, alegre y garbosa/ como una rosa de Abril./ Aay, Aay, Aay, Voy a morirme de pena viviendo tan lejos de ti.


Tras el éxito de su primera película rodaría: Esa voz es una Mina (1956), Malagueña (1956), La hija de Juan Simón (1957), El Cristo de los faroles (1958), Café de Chinitas (1960),  y Puente de coplas (1961), (en el que rivalizaba con Rafael Farina), entre otras muchas películas. Fue creador de un estilo propio de cantar copla, basándose sobre todo en la melodía de su voz cristalina y el portentoso aguante de pecho, que rozaba el minuto en algunas ocasiones. 




Nos dejó grandes versiones de canciones para los anales de la historia de la copla: Estudiantina de Madrid, Una paloma blanca, María de los Remedios, Soy minero, El agua del avellano, La hija de Juan Simón, El Cristo de los faroles, Malagueña, Yo quiero ser matadorSon tus dientes alelíes, Mi petenera, Era una rosa encendida, La rosa del penal, Mi Rosa morena; y un sin fin de títulos que han sido evocados por muchos de sus admiradores, ya que ha sido uno de los intérpretes más imitados por los buenos aficionados.Se mantuvo en la cima hasta finales de los sesenta, siempre en loor de multitudes, pero su voz y su extraordinario pecho sucumbieron castigados por tantos excesos y por la entrega que hacía en todas sus actuaciones ante el gran público.



Antonio Molina, además de un gran artista, fue un gran padre de familia numerosa (casi todas sus hijas e hijos son artistas). Fue también excelente persona, amigo de sus amigos. Cuentan que en su casa de Madrid, siempre estaba la mesa puesta y la cocina funcionando, para las amistades que pasaran por allí como si fuese una fonda. El día 18 de marzo de 1992, a punto de entrar la primavera del año olímpico, se fue para siempre Antonio Molina, dejándonos el legado incomparable de su cristalina voz, su sonrisa de niño travieso y sus portentosas facultades para mecer la voz con aquél falsete que por más que lo imiten, nunca se podrá igualar.

DISCOGRAFÍA seleccionada,
EP's:


 


 

 




ÁLBUMES:
































Resto de PELÍCULAS seleccionadas:

 

 























Fuente: coveralia.com
Fotografía: namespedia.com
Carátulas discos: a45rpm.com/todocoleccion.net/coveralia.com


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