Little Richard es, junto con Chuck Berry, el gran artífice del rock and roll de los duros años del rompimiento generacional y uno de los más peculiares héroes del proceso rockero de la segunda mitad de la década de los 50. Sus canciones, su poderío visual, su fuerza, son parte del marco en el cual el rock and roll germinó y evolucionó. Llamado a menudo «The King» («El rey»), su figura es característica y refleja perfectamente su propia idiosincrasia. Negro, retador, loco, considerado tanto un payaso como un genio, supo resumir en una sola, larga e indescifrable palabra, la síntesis de lo que estaba sucediendo en el mundo de la música. Esa palabra es la que abre su hit más notable, Tutti-frutti: A-wop-bop-a-loo-bop-a-lop-bam-boom.
Richard Wayne Penniman nace en Macon, Georgia, Estados Unidos, el 25 de diciembre de 1935 (aunque en algunas biografías consta 1932). Su numerosa familia era hondamente religiosa, perteneciente a la comunidad de los Adventistas del Séptimo Día. Ello hizo que Richard debutara en el coro de su iglesia, en el que acabó siendo solista. Todavía adolescente, se empleó en el Medicine Show de un charlatán llamado Doctor Hudson. Los Medicine Shows eran carretas en las que se ofrecía un espectáculo itinerante de pueblo en pueblo mientras un médico, casi siempre falso, intentaba vender a la concurrencia medicinas milagrosas. Con esta experiencia semiprofesional, Richard trabajó después en un club de Fitzgerald, Georgia, y también en diversos empleos, entre ellos como vendedor en una estación de gasolina. En 1951 consigue ganar un concurso de nuevos artistas en Atlanta, el Atlanta’s Eighty One Theatre. Tiene, pues, dieciséis años cuando le ficha el sello Candem, con el que grabará sólo ocho canciones, cuatro el 16 octubre de 1951 (Every hour, Why did you leave me, Get rich quick y Think-in’bout my mother) y otras cuatro el 12 de octubre de 1952 (Ain’t nothin’ happenin, Please have mercy on me, Taxi blues y I brought it all on myself). Editadas en diversos singles, aunque sin llegar a ser éxitos, le proveen de su primera fama. Su siguiente editora, en 1953, es Peacock, con la que grabará la base de lo que luego será su estilo y su impacto, canciones como Fool at the wheel, Ain’t that good news y Little Richard’s boggie (este ultimo tema grabado con la colaboración de Johnny Otis).
En 1955, con el rock and roll convertido ya en un alud de música, Little Richard pasa al sello Specialty, tras comprar éste su contrato a Peacock por 600 dólares. En su primera tanda de grabaciones surge Tutti frutti, un tema que debido a su letra, escandalosa y pornográfica, debe de ser arreglado en el mismo estudio por una experta en letras de canciones. Editada rápidamente en single, Tutti fruti será uno de los grandes hits del año y el lanzamiento de Little Richard entre los grandes del rock and roll. La fecha de la histórica grabación fue el 14 de septiembre de 1955, y la letrista que se vio, sin pretenderlo, envuelta en la fama de haber colaborado en la composición de uno de los hits más clásicos de la historia de la música rock, se llamaba Dorothy La Bostrie. Little Richard, obsceno, loco, expansivo y brillante, inicia en 1956 sus dos grandes años de reinado. Ese mismo año participa en los films Don’t knock the rock y The girl can’t help it, y triunfa con otros tres temas ya clásicos, Long tall Sally, The girl can’t help it y Rip it up. Dado que Specialty estaba radicada en New Orleans, Little graba con algunos de los mejores músicos de la ciudad como Huey Smith y Earl Palmer.
En 1957 aparecen Lucille, Jenny Jenny, Miss Ann, Send me some lovin’ y Keep a-knockin’, y en 1958 Good golly Miss Molly. Para entonces ya había sucedido el hecho más importante en la vida de Little Richard, y éste había abandonado la música, aunque a lo largo de 1958 continuaron saliendo temas que había dejado grabados, Ooh! my soul, True fine mama y Baby face, y ya en 1959, Kansas city. Este hecho fundamental, que obligó a Little a retirarse de la música tuvo dos partes concretas en su gira australiana de fines de 1957. Problemas en el avión y una previsible desgracia, convencieron al cantante de que Dios le llamaba por otros caminos, así que juró dedicarse a la religión si se salvaba. Tras aterrizar el avión, Little Richard no olvidó su idea, pero desde luego no la puso en práctica al instante. Cuando el hecho se repitió, su decisión religiosa se impuso, y en 1958 ingresó en los Oakwood Adventurist, pasando dos años de estudio en el colegio del mismo nombre. En este tiempo grabó algunos temas espirituales sin relieve alguno. Little Richard volvería parcialmente a la música en 1960, pero el cambio de orientación y el fin del rock and roll, que por entonces ya era una realidad, le mantuvieron apartado, hasta que en 1964 los Beatles invadieron el mundo, y canciones históricas como las suyas o las de Chuck Berry, volvieron a popularizarse.
En 1964 Little Richard reemprendió su carrera, autoproclamándose «The king of rock and roll», y si bien nunca volvería a obtener la audiencia de 1956 y 1957, su nombre y su fama se mantendrían en alto constantemente. En plena cresta pop, consigue hits notables como Whole lotta shakin’ goin’ on, Laudy Miss Clawdy, Without love y Bring it on home to me (versión del tema de Sam Cooke) así como Soul train o I’m back. Su paso por diversas editoras le lleva en 1969 a firmar por el sello Okeh, con el que logra nuevos hits, Poor dog, I need love y Hurry sundown, al filo del comienzo de los años 70. Su álbum Explosive muestra que su capacidad y garra no han mermado.
Cuando en 1972 se produce el revival del rock and roll, Little está en primera línea con su nuevo LP King of rock’n’roll. Por este tiempo, Tutti fruti llevaba ya vendidos más de treinta millones de discos. Durante el resto de los años 70 y los primeros de los 80, Little ha sido una de las leyendas del rock and roll. Su figura escandalosa, con su ridículo bigotito y sus explosivas declaraciones, no han dejado de salpicar el paso del tiempo. Si bien la edad no perdona y las alternativas de la música van almacenando la historia en el pasado, Little Richard y su obra son ya tan inmortales como el rock and roll. Junto a sus abundantes LP’s de recopilación, cabe destacar en su discografía los siguientes álbumes: Here’s Little Richard y Little Richard 2 (58); The fabulous Little Richard y Well alright (59); Sings gospel, coming home y Little Richard sings freedom songs (64); The King of the gospel singers y The Wild & frantic (69); The rill thing, King of rock’n’roll y The second coming (71); You can’t sep a good man down (72); The one and only (74), y Dollars dollars and more dollars (75). Little Richard falleció de un cáncer óseo el 9 de mayo de 2020.
DISCOGRAFÍA seleccionada,
SINGLES:
ÁLBUMES:
Fuente: Orbis
Fotografía: advrider.com
Carátulas discos: tefteller.com/45cat.com/eil.com/rateyourmusic.com
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